sábado

Añoranza

Una fría mañana llena de lluvia amaneciendo entre los sueños que al despertar desaparecen de mi mente y quedan en el olvido; una mañana de añoranza de aquel amanecer lleno de vida, de aquel amanecer pleno donde no había nadie más que nosotros dos. Aún recuerdo el sonido de los arboles que se confundían con la lluvia, aún recuerdo las paredes blancas; ese lugar lleno de ti y lleno de mi, ese lugar hecho para los dos; para olvidarnos de lo cotidiano, para olvidarnos de lo aparente, de las palabras que no se dijeron y de las historias que no se contaron... Eramos solos tú y yo con esas ganas de no regresar, de borrarnos hasta el nombre ... Si eso eramos dos almas buscándose, dos corazones encontrándose. Como olvidar los instantes de silencio que gritaban nuestros ojos... Si lo añoro, añoro esa complicidad que creía existente, esa historia que parecía interminable, ese amor que al final existió solo en mi. Te añoro, porque no siempre puedes entender cuanto puede doler la lejanía, cuando puede ser una verdad o cuanto puede existir en una mentira ... Yo vivía a través de tus ojos y tu vivías a través de otros, pero igual añoro el sentirme única en ti. Una fría mañana de lluvia entre los sueños que al despertar desaparecen de mi mente y quedan en el olvido, una mañana para añorar que ya no estamos en ese amanecer que nos dio los buenos días; donde solo eramos tu y yo, donde podría haberse escrito una historia de esas que se cuentan con los años y parece interminable; guarde por tanto que al final solo quedo añorar lo que no fue, y lo que ya tampoco sera.

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